lunes, 6 de febrero de 2012

Demasiado bonito para ser real.

-Me desperté un tanto aturdida, acurrucada en una cama enorme y llena de sábanas blancas. Me desperecé y froté mis ojos. Después me levanté, no sin esfuerzo, y me miré en el espejo que se encontraba frente a la cama. Llevaba una camiseta enorme a modo de camisón suya, la olí y sonreí ruborizada. Me peiné un poco con las manos y salí de la habitación. El olor a café no paraba de llamarme.
Y ahí estabas tú, preparándome el desayuno con una sonrisa de lado a lado, con el  pelo alborotado y vestido solo con unos pantalones vaqueros viejos. Me acerqué a ti y te abracé por detrás, rodeando tu cintura desnuda con mis brazos fríos. Te sobresaltaste al notarlo y luego me estrechaste contra ti. Sonreí para mis adentros y me puse de puntillas para oler tu cuello, ese aroma tan familiar que nunca me cansaría de oler. Te giraste hacia mí y aparté mi mirada ruborizada.
Te diste la vuelta,cogiste mis manos con fuerza y me susurraste al oído ''no te vayas de mi lado nunca''. Seguidamente, sin dejarme hablar, besaste mis labios con ansias.-
Sin duda, fue un bonito sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario