Me preguntas por qué me gusta fumar. Responderé a tu pregunta:
Cuando mi estado de ánimo decae y no hay abrazos ni palabras que me reconforten, me gusta desahogarme con algo de nicotina, y llorar sola hasta que mis ojos se casen, y sentirme la cosa más pequeña y frágil de este mundo.
Me gusta pensar que cada calada que doy a ese cigarrillo resta tiempo de mi vida.
Me gusta esa sensación amarga que entra por mi cuerpo y me hace sentirme como una real mierda.
Me hace sentirme sola, vacía. Pero me gusta.
A veces ni yo logro comprenderme, pero
me gusta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario